domingo, 28 de julio de 2013

Tu móvil vibra desde el bolsillo, pero ni lo sientes. Estás intentando dormir en el tren. Hueles a galletas, como siempre.
Te he mandado un mensaje que verás dentro de un rato, que hará que sonrías o que estés triste o que se te pegue el "echar de menos". He intentado llorar poco, pero esto es una putada sin ti.
Te escribo tirada en nuestra cama. Quiero quedarme a vivir.
Duermes contra mi cuerpo. Siento tu espalda. Me abrazas fuerte.
A veces me giro y obtengo un beso. Y si no me lo das tú, ya me ocupo de hacer el resto. Cómo voy a necesitar tu magia y qué lejos estarás esta noche cuando le pregunte a Morfeo por ti.
Eres tan necesario. Tan puro. Tan diferente a todo el mundo. Te quiero por encima de mis posibilidades, por eso hoy el puerto me ha roto, por eso, soltarte la mano es un pequeño volcán en mi pecho.
Bien sabe Dios que agradezco cada instante que nos brinda el mundo y que eres más de lo que podía esperar en toda la vida, pero necesito estar contigo más de lo que necesito respirar.
Vuelve pronto y abrázame fuerte.
Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario