martes, 28 de agosto de 2012

Te he buscado en mis límites. Más allá de la piel, traspasándome la carne.
Te he palpado en mis ganas. Acariciar mi cuerpo con la punta de tus dedos.
Se entremezcla la soledad con la ternura más certera.

domingo, 26 de agosto de 2012

Prometí cuidar de ti.
No lo dije en alto, pero te lo miré, te lo besé, te lo acaricié a gritos.
Quise dártelo todo en la primera sonrisa, preso de la fascinación. Puse el corazón sobre la mesa, haciendo caso omiso al cerebro traidor. Te dediqué mi sístole y diástole.
Rocé tu vacío y lo llene con mis rotos. Los retales crearon una manta con que
resguardarnos del frío.
Nació la primavera en mi pecho y lo convertiste en tu lecho, con cerezos en flor. Se iban enredando las penas y sus nudos trazaban delicados senderos allá donde no podíamos alcanzarlos.
Nos deshicimos de los años grises e inventamos historias sobre la transición; un mero trámite de siglos hasta encontrarnos.

Prometí cuidar de ti. Cuando te contaba todas aquellas historias, cuando te dibujaba planes en la palma de la mano, cuando te dejaba ver al niño tras las cicatrices.

Fue un contrato en silencio. Sin sangre ni firma, solo besos.

martes, 21 de agosto de 2012

Fascinación mutua

Ahora comprendo ciertas cosas.
Verás, disfruto en mis carnes que nadie nos entienda.
A veces me pregunto qué hay de maravillosa en nuestra concepción del mundo, porqué me fascinan las rutinas, porqué después de destrozarnos nos queremos aún más. Lo cierto es que no tengo respuesta a ninguna pregunta que tenga relación con lo que somos.
"Pareja" no suena aproximado.
Tú eres un cúmulo de rasgos que no encajan. Fuerte/débil y dulce/despreocupado formando una ecuación perfecta. Y yo...indefinible producto del verano, enajenación mental.
Juntos explotamos.
Limamos piezas hasta encajar y de tanto rozar, salen nuevos picos. Rascamos, rascamos y logramos volver a conectar. En bucle y doliendo.

Somos dos casi siempre y somos uno todo el tiempo.
Siempre hemos sido la misma persona. La misma que llora, que late, que ríe a carcajadas -y con todas las vocales-, que se sienta a ver dibujos animados y fantasea con una felicidad que nunca alcanza. Utópicos, caleidosféricos. Sonrisas en viernes, enfados en sábado.

Somos un fin de semana en la cama. Uno de esos de caricias, de ruegos en silencio, de miradas usando las manos. Somos. Somos dos.

La puerta escondida al mundo que quiero.


martes, 14 de agosto de 2012

Sonrisas

Me secas las lágrimas con el dorso de la mano y se te empapa tanto que se te arrugan los dedos. Siento el índice acariciando mis ojeras, dibujando el contorno de manera delicada. Y empiezas a beberte mi pena.
Besas el río que forma en mi cara y el aliento cálido se desliza a medida que sube y baja mi pecho.
Sonríes. Como siempre sonríes cuando sólo somos dos. Como gritando, como acariciando, como confesando. Como si fuera todo lo que necesitas.
Absorbes el dolor y el agua y te tumbas a mi lado.
Acurrucado, aferrado a mi cuerpo. Me tomas la mano y te la llevas a la boca. Apenas rozas mi superficie, te acaricio la mejilla. Supongo que sonrío como tú.
Te apoyas en mi pecho, escondiendo necesidad tras los párpados. "Pum pum" recitas, mientras los latidos reaccionan a tu presencia. La piel no separa.

Estamos cosidos, atados...y nunca nos hemos sentido tan libres.

domingo, 12 de agosto de 2012

No olvides que no debes arrancarte la piel. Que por más que te la pida, es tuya y sólo tuya.
No vuelvas a mojarte los pies, a recibir los golpes, a apartar las balas.
No te quites la manta para arroparlo; deja de morirte de frío.
Déjalo todo atrás y camina erguida. Que quien quiera seguirte, te siga

sábado, 11 de agosto de 2012

Esta soy yo, sábado por la tarde

Siento un escalofrío mortal.
En la ausencia, en compañía y mientras duermo. Espasmos y despertares. Silencio.
Algo no para quieto; va agujereando vísceras y sueños. Mezcla realidad y ficción y acaba con mi identidad, dejando sólo materia.
Y yo no sé cómo existo. Se me ha olvidado el proceso, pero sigo haciéndolo (de manera arbitraria, desordenada, mustia), cada día se me da mejor limitarme a la existencia.
Vivir es demasiado complicado y las ansias retuercen el proceso.
Me desenreda que sonrías y después me ata nudos dobles.