domingo, 30 de diciembre de 2012

Y así fue el año

Acabé contigo. Te corté en pedacitos y los esparcí por el suelo. Y que cada uno llegue donde tenga que llegar. Y que toques y cales a otros/as, pero no vuelvas más.
Te dejé caer y me elevé hasta el cielo y, la verdad, el soporte de algodón no fue mérito propio. Alguien preparó mi vuelo y me acomodó entre sus brazos para que todo fuera mejor.

Me di un par de coscorrones y aprendí a poner tiritas.
Vacié la papelera y llené un bote de gominolas para quitarme el mono, para llenar huecos.
Quise. Quise tanto que volví a vivir. Y estoy dispuesta a seguir viviendo, así que ya sabes, voy a quererte más.

Pequeñas personitas se colaron en mi universo y las recibí de buen grado. Ahora se acurrucan a mi costado y nos quitamos el frío mutuamente.
Nos va bien así, nos apañamos así.

No hay sonrisas grandes, porque han sido todas enormes, para contrarrestar el chaparrón de lágrimas y hacer las paces con el sol, que estaba cansado de tanto nubarrón.

Sigo queriendo seguir.
Volveremos a vernos...y serán aún mejor. Te lo prometo

2 comentarios:

  1. Sigues queriendo seguir... qué bonito! Y yo, seguiré contigo, también.

    Besos, cielo!!

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  2. Escribiría algún comentario con sentido, pero tus palabras de colores me callan con su significado (pleno).
    Menuda despedida de año, pequeña Mandarina.
    Sinceramente creo que esto no lo escribiste para nosotros, sino para ti misma. Así que relee y sonríe, que te lo mereces.

    Besazos (ya lo sabes), preciosa.


    M.

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