jueves, 21 de febrero de 2013

Alba

Las mariposas escaparon por tu boca, nunca más podrán volver

Nació en invierno. Todos me contaron que el frío había ido desapareciendo la primera semana que vio la luz y parece que se le quedó dentro, porque siempre tuvo hielo congelándole las esquinas. Pinchaba y pinchaba mucho. Se te clavaba como las canciones del verano, como un primer beso que no tiene réplica, como cuando esperas un "sí" y el "no" se abre camino.
Nunca entendí de dónde había salido tanta escarcha, pero siempre tenía las manos frías; y daba igual cuánto se las acariciaras o te las metieras bajo el chaquetón, el tacto de su piel desnuda siempre dejaba cicatrices.
Yo la seguía con los ojos cerrados y me conducía a precipicios, a rotos y a dolores de corazón. Pero me gustaba su hechizo, las agujas en su pelo, la mirada de perdona vidas, el halo inmortal que la rodeaba...
Aún no tengo claro qué hacia en el parque la primera mañana que cambió el mundo, sólo sé que ella sabía que la estaba mirando y que su primer acto de crueldad fue robarme las palabras. Se acercó a mí en silencio y me besó en la mejilla, despareciendo entre el domingo, las hojas secas y mi corazón quieto.
Yo me había ido con ella. Mi yo tranquilo, mi yo feliz. Y la seguía y la seguía, atado como un perro. Y la amaba como se ama al llanto y al fracaso, de manera enfermiza y sobrenatural.
No dejé de pensar en ella, en su invierno, en las luces que escondía y en las sombras que ya adoraba. Y se fue.
Como la nieve, la lluvia, el viento y los días felices.
Se fue...y me dejó más vivo, tiritando.

1 comentario:

  1. O.o mee recuerda a una persona fría de sentimientos pero... más candorosa por dentro. No sé xDD

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