sábado, 23 de febrero de 2013

La (casi) despedida

Creo que mis ganas de escribir se están muriendo.
Últimamente todo son rendiciones, por cobardía, andar falta de fuerzas...o por comodidad.
A veces ansiamos un cambio, otras este nos sobreviene cuando no estamos preparados, yo lo único que sé es que necesito y necesito mucho.
No estoy muy segura de que las letras puedan salvarme. No tengo fe en ellas, ni en mí ni en que algo encaje de repente y la felicidad me alcance como una bofetada de brisa marina.
No sé. Llevo tiempo soñando con irme. Sé que lo único que quiero y que espero es correr.
Me gusta pensar que esto es sólo otro bache más para unirlo a mi lista de fantasmas vencidos, pero me siento tan derrotada que otra batalla me va a dejar sin posibilidad de unir mis pedazos.
Si no tengo nada que contar, ¿para qué escribir? Esta no es forma de encontrarme...no hoy, no como necesito.
Soledad en sábado noche y yo tecleando en vez de comerme el mundo.

2 comentarios:

  1. Cuando ya no hay ganas de escribir poco se puede hacer .-. Tampoco es cosa de forzarse a continuar, si necesitas un tiempo, tómatelo. A veces viene bien para desconectar :3

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  2. Siempre creemos que es el exterior el que va a producir cambios en nuestra vida. Un cambio de aires, un cambio en los acontecimientos que no suceden, pero el cambio (real) está en nuestro interior y en la perspectiva que tomamos de las cosas.

    La cuestión es no rendirse y ser valiente. Marcharse no lleva a ninguna parte al menos que realmente sea lo que quieres. Recuerda que los fantasmas no existen, somos nosotros los que los creamos.

    #NINJA (aunque ya sabes que no lo soy)

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