miércoles, 25 de abril de 2012

Corazas

Sólo somos el resultado de todas nuestras heridas. Pueden más las derrotas, son más vivos los recuerdos de lágrimas que las sonrisas de lado. Jugamos al escondite desde hace tiempo y, lo hacemos tan bien, que hemos perdido partes vitales por el camino. Me gustaba pensar que la libertad era más que una utopía, pero mi pasado me ha cambiado y está detrás, acortando las sonrisas. A veces me da miedo perder el control y volver a los sueños melódicos y los finales felices. Entre todos mis pensamientos caóticos y mis apocalipsis sentimentales, surge una fisura con nombre y apellidos. Te conozco y me cambias la vida. Tiras de mis vísceras después de abrirme en canal. El hilo de mis pensamientos entre tus dedos y sigues tirando en busca del fondo del abismo. Como un collage, se entremezclan mis recuerdos; y las miserias y las alegrías están fundidas en verde. Se han embarrado mis vivencias como al mezclar acuarelas, todo está sucio. Sigues tirando de mí, hasta que me quedo sin aliento. Lágrimas que tejen telarañas infinitas, intentan tapar el desgarro emocional. Me resulta extraño escucharme decir: "soy feliz". Y más cuando mi cuerpo lo confirma. Vulnerable y masacrada, dependiente de unas manos que pueden calmar o ponerme en carne viva. Adiós, coraza.

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