Cuando te vas se me escapan las fuerzas.
Suelo pensar que hay posibilidades de que algo cambie de repente, de que crucemos malas palabras y se esfume nuestra historia.
Siempre me quedo mirando, cuando te vas.
Veo tu silueta desaparecer tras la esquina y sonrío y me asusto a la vez. Pienso en lo que vivimos y en que me muero porque gires, me cojas de la mano y bailemos un poquito más.
Mi imaginación siempre ha ido más rápida que mis pies y ha inventado maneras nuevas de desearte cada vez...
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